Me preguntas??? Estas ansias escapan a la mera definición de profesión; son de alguna manera una especie de estigma o esencia que encuentra las palabras exactas para enmarcarte en una condición más que en un concepto… y luego la realidad es más sencilla o más complicada?: escribes porque vives y vives porque escribes.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Contra las máscaras...

 Frente al espejo juega con los cierres del vestido. Piensa. Imagina cuan fácil pudo ser todo con un ligero cambio en sus cromosomas. Y vuelve a recordar la noche anterior, el mal chiste de sus amigos cuando le quitaron la peluca frente a todos.
Termina de dibujar el arco de sus cejas y sepulta los labios sin color detrás de un rojo intenso. Se encuentra hermosa, satisfecha, a la medida de sus expectativas. Se calza los zapatos, agarra la cartera y sale a la calle.
Siempre recibe elogios y burlas. Algunas jóvenes le miran con cierta envidia por la gracia de usar esos tacones de aguja tan altos sin el mínimo esfuerzo. Ella disfruta ser observada. Se presenta como Melissa. Y se gasta la noche entre alcohol, humo de cigarro y sexo, alguna que otra vez.
Melissa en el trabajo y con los desconocidos es Yoan. Disimula un poco cada día, pero al llegar a casa es ella otra vez. Nunca se quita su coraza. De otra forma no aguantaría el desprecio de los suyos, las risas malintencionadas, las críticas incluso de otros gay por ser “tan intensa”. A veces, en penumbras, le cae de golpe toda la soledad y solo quisiera ser, de veras, la mujer hermosa del espejo.
Como Melissa, en Las Tunas, más de 200 personas viven conflictos similares, con matices y peculiaridades que no caben en meros ciclés. Se saben un grupo muy vulnerable porque históricamente han sufrido rechazo social, pero una buena parte se ha agrupado en una red que asume con orgullo su condición transexual.
Desde inicios de noviembre comenzó a aplicarse en la provincia la primera encuesta nacional a las personas transexuales. El ejercicio, con previo consentimiento de los participantes, intenta conocer más a este grupo de personas, indagar en cuestiones como empleo, nivel educacional, sexualidad, comportamientos sociales y otras tantas cuestiones.
El objetivo es visualizar el universo transexual para que se adopten políticas mucho más inclusivas. Pero a pesar de los intentos del país y los recursos de algunas organizaciones como el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida  para poner fin a la transfobia, en la cotidianidad, en los ambientes laborales y en la familia, aún no se cuenta con las herramientas necesarias para asumir este fenómeno como una peculiaridad y no como una enfermedad.
Todavía queda mucho prejuicio enturbiando el buen desenvolvimiento de la  sociedad. Y a esto se ha unido el doble discurso y la hipocresía de media ciudad que se declara públicamente en contra de la discriminación, y en el fondo sigue siendo retrograda y reproduciendo los mismos esquemas de rechazo dentro del ámbito familiar.
El Cenesex ha mostrado un camino a seguir. Pero las jornadas contra la homofobia y la transfobia una vez al año no son suficientes. Se trata de enfocar el fenómeno desde nuestra realidad diaria, sin hacer juicios, sin establecer supremacías, con transparencia.
Crecimos escuchando que “el respeto al derecho ajeno es la paz”, y seguimos aplicándolo a conveniencia, solo como máscaras, lo que está socialmente correcto y no lo que sentimos. Mientras persistan los tapujos y la doble moral en cuestiones tan sensibles como esta, la verdadera inclusión no será más que una simple quimera.


1 comentario:

  1. Pero ¿de dónde salen esos tapujos y esa doble moral? ¿quién nos crea, nos modela, nos amasa como ciudadanas y ciudadanos hipócritas? ¿cómo y quienes nos afianzan el "deber ser"? son preguntas que nos siguen quedando sin respuestas y que de no ensayar su contestación nos precipitan hacia una apariencia de que son los hombres y mujeres comunes los mayores responsables.

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