Me preguntas??? Estas ansias escapan a la mera definición de profesión; son de alguna manera una especie de estigma o esencia que encuentra las palabras exactas para enmarcarte en una condición más que en un concepto… y luego la realidad es más sencilla o más complicada?: escribes porque vives y vives porque escribes.

viernes, 17 de julio de 2015

Un mito doloroso

Hace unos días escuché a mi vecino realmente exaltado por lo que él consideraba el colmo de los colmos en el Manatí nuestro. Resulta que la única olla eléctrica suya, con la que cocina todos los días, se rompió sorpresivamente a mitad de un potaje.
Rápidamente se fue al combinado de servicios, por suerte habían entrado piezas de repuesto, pero la instalación estaba cerrada en pleno horario laboral, con toda la calidez de un lunes. Y la razón que alguien de las cercanías le dio mientras caminaba a su lado fue algo así como que la unidad ya había consumido su plan de electricidad y nadie tenía claro cuando volverían a abrir, quizás el año próximo…

Por supuesto la jarana es típica del cubano que suele incluso reírse de sus problemas más serios, pero a mi vecino esto se le antojó como un golpe fuerte en la cara, de esos a mano abierta que te dejan rabiando por no poder encestar un puñetazo de riposta. Sin un cartel en la instalación que desmintiera tal augurio, o algún trabajador cerca, él se fue para su casa convencido que nunca más podría cocinar, y que su potaje seguiría eternamente a medias… Fue ahí que yo le escuché vociferar desde mi portal y en realidad me interesé por el tema.
La verdad es que a la fecha ya se restableció la electricidad en el combinado de servicios, no fue ciertamente en el 2016, solo fue cuestión de días. Lo triste es algunas personas como mi vecino estuvieron en serios problemas por esta interrupción, aun cuando solo hubiese sido cosa de un par de horas.
No voy a sumarme a la bola de especulación que escuché  al respecto, ni a sugerir que los mecánicos fueran haciendo arreglos a domicilio, o pusieran una mesa en las afueras para al menos vender piezas, o que aumentaran los planes de consumo de energía. No pretendo proponer medida alguna porque no soy la persona indicada para tomar tales decisiones, pero sería oportuno que el entendido en cuestión tuviera la delicadeza de encontrar una solución oportuna para este problema no volviera a repetirse.
Otra vez la desinformación hace mella en los nuestros, nadie explica, ningún cartel anuncia y me pregunto cuándo aprendimos tanta indolencia. En un pueblo pequeño deberían divulgarse las noticias de interés público con mayor facilidad, lo que le incumbe a la mayoría, y sabemos que los canales sí funcionan…
Muchas empresas y entidades tienen como slogam la protección de los consumidores, o aquello de que el cliente siempre tiene la razón, pero en realidad esto es un mito doloroso. Tras planificaciones o malas decisiones es la población quien sufre las consecuencias, y cuando hablo de ella me refiero a la gran masa trabajadora, a la gente que con su esfuerzo hace posible que la sociedad funcione, a obreros, maestros, médicos, gente de pueblo que merecen la viabilidad de los servicios.

Me temo que mi vecino mañana tal vez encuentre otra cosa que de seguro clasificará para el colmo de los colmos… y su exaltación ira como todo, cogiendo la vuelta en plata cubana. Y es que las cosas pasan, pero lo que no debe suceder es que los horarios y los servicios pierdan su propósito, el irrespeto no puede volverse jarana, esperemos que en este verano haya mejores motivos para la diversión.

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