Me preguntas??? Estas ansias escapan a la mera definición de profesión; son de alguna manera una especie de estigma o esencia que encuentra las palabras exactas para enmarcarte en una condición más que en un concepto… y luego la realidad es más sencilla o más complicada?: escribes porque vives y vives porque escribes.

lunes, 29 de mayo de 2017

Para que la familia no se pase de moda...


Norma nunca imaginó que al regresar a su hogar iba a encontrar definitivamente una familia rota. Los tres años de misión le vendaron los ojos.  Las conversaciones por chat, y los escasos meses de vacaciones no anticiparon los problemas, por el contrario, la convencieron de que a su retorno todo estaría igual.
La realidad fue otra. Su esposo Gabriel “aprovechó el tiempo” con amigos, alcohol y aventuras, y no tuvo ojos para descubrir que Jesica, su hija adolescente, ya no le prestaba atención a la escuela, y las salidas hasta las 2 de la mañana la habían llevado por caminos peligrosos, incluso el de las drogas.
De golpe se rompieron los sueños de Norma. Su cuenta bancaria ya no era tan relevante como antes. Y no tenía caso repartir culpas porque el pedazo más grande ella lo sentía sobre sus espaldas. La realidad era inevitable, no había estado para su hija en el momento que más la necesitaba.
Julián recientemente cumplió 70 años. Camina muy lento, le tiemblan un poco las manos y tiene una tristeza en la mirada, que allá adentro de sus ojos  parece como si la oscuridad hubiera absorbido las ganas de sonreír.
Hace casi una década comparte una habitación en un hogar de ancianos de esta ciudad. En el pasado fue un hombre de vicios y excesos. Los lazos con sus hijos fueron muy frágiles. Y nunca reparó en la falta que le hacía un abrazo, una frase cariñosa, una visita en el salón principal.
Todos los años espera que su familia recuerde el día de su cumpleaños y lo sorprendan, pero esto nunca sucede. Hace poco le dijo a una auxiliar que la demencia senil sería un regalo para él, pues lo que más quisiera es olvidar…
Tras cada puerta se esconde una historia, más o menos feliz. La familia ha sido desde siempre la célula fundamental de la sociedad, el espacio donde primero se forman los valores y preceptos que acompañan de por vida a un ser humano, de ahí su relevancia en el resto de las rutinas y procesos sociales.
Quizás muchas personas lo ignoren, pero de mayo a junio, específicamente desde el día de las madres hasta el de los padres, se celebra en cada provincia la Jornada de la Familia, con la intención de debatir los principales problemas que enfrentamos al calor del hogar.
 Los retos y desafíos de las familias de hoy son una preocupaciòn casi colectiva, la preocupación porque en los tiempos actuales los lazos no son tan sólidos y duraderos como antaño, las uniones tienen a ser esporádicas, cada vez hay más madres solteras y los jóvenes se desentienden de los ancianos...
La contemporaneidad exige nuevas posturas. Los núcleos convencionales hoy no suelen abundar, la gente crea su hogar con lo que puede y con lo que tiene.  Pero el respeto, la unidad y la confianza no pueden quedar en el pasado, los valores se heredan, no se desechan. Esperemos, que como añora el poeta, el corazón nunca se pase de moda.



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