Norma nunca imaginó que al
regresar a su hogar iba a encontrar definitivamente una familia rota. Los tres
años de misión le vendaron los ojos. Las
conversaciones por chat, y los escasos meses de vacaciones no anticiparon los
problemas, por el contrario, la convencieron de que a su retorno todo estaría
igual.
La realidad fue otra. Su esposo
Gabriel “aprovechó el tiempo” con amigos, alcohol y aventuras, y no tuvo ojos
para descubrir que Jesica, su hija adolescente, ya no le prestaba atención a la
escuela, y las salidas hasta las 2 de la mañana la habían llevado por caminos
peligrosos, incluso el de las drogas.
De golpe se rompieron los sueños
de Norma. Su cuenta bancaria ya no era tan relevante como antes. Y no tenía
caso repartir culpas porque el pedazo más grande ella lo sentía sobre sus
espaldas. La realidad era inevitable, no había estado para su hija en el
momento que más la necesitaba.
Julián recientemente cumplió 70
años. Camina muy lento, le tiemblan un poco las manos y tiene una tristeza en
la mirada, que allá adentro de sus ojos parece
como si la oscuridad hubiera absorbido las ganas de sonreír.
Hace casi una década comparte una
habitación en un hogar de ancianos de esta ciudad. En el pasado fue un hombre
de vicios y excesos. Los lazos con sus hijos fueron muy frágiles. Y nunca
reparó en la falta que le hacía un abrazo, una frase cariñosa, una visita en el
salón principal.
Todos los años espera que su
familia recuerde el día de su cumpleaños y lo sorprendan, pero esto nunca
sucede. Hace poco le dijo a una auxiliar que la demencia senil sería un regalo
para él, pues lo que más quisiera es olvidar…
Tras cada puerta se esconde una
historia, más o menos feliz. La familia ha sido desde siempre la célula
fundamental de la sociedad, el espacio donde primero se forman los valores y
preceptos que acompañan de por vida a un ser humano, de ahí su relevancia en el
resto de las rutinas y procesos sociales.
Quizás muchas personas lo
ignoren, pero de mayo a junio, específicamente desde el día de las madres hasta
el de los padres, se celebra en cada provincia la Jornada de la Familia , con la intención
de debatir los principales problemas que enfrentamos al calor del hogar.
Los retos y desafíos de las familias de hoy son una preocupaciòn casi colectiva, la preocupación porque en los tiempos actuales los lazos
no son tan sólidos y duraderos como antaño, las uniones tienen a ser
esporádicas, cada vez hay más madres solteras y los jóvenes se desentienden de
los ancianos...
La contemporaneidad exige nuevas
posturas. Los núcleos convencionales hoy no suelen abundar, la gente crea su
hogar con lo que puede y con lo que tiene. Pero el respeto, la unidad y la confianza no
pueden quedar en el pasado, los valores se heredan, no se desechan. Esperemos,
que como añora el poeta, el corazón nunca se pase de moda.
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